No se hicieron las tardes de domingo
para hablar de amores perdidos,
ni el horizonte de mi bahía
para ser camuflado por la neblina matinal.
Los rayos del sol se funden con el mar
bicolor, entre crepúsculos y lágrimas vertidas,
y los solitarios no lo son menos por maquillar
artificialmente sus sonrisas de mentira.
Hay quien dice que los poetas naufragamos
en cada uno de nuestros versos,
y que como los buenos capitanes
nos hundimos con nuestro barco,
y los hay también que se sientan a
contemplar el caminar errante de las musas,
el footing del alcohol en sus venas, y el calor
de aquel beso que ya se pierde a lo lejos.
No se hicieron las mañanas de lunes
para escribir poemas amparados en el recuerdo,
para ensordecer con el estruendo de los silencios,
apoyarme en el balaustre de la nostalgia
y musitarle al viento que aún le quiero.
No, querido destino incierto,
no nacimos los poetas para dejarnos la piel
en este cruel sendero de letras plañideras mientras
nos lanzamos a la búsqueda de su encuentro.
El amor nos lleva delantera, compañeros.
Un par de páginas, por lo menos.
(c) ISIDRO R. AYESTARAN, 2009
encantado de conocerlo
ResponderEliminar^^
Pensé que nadie me leía, dame tiempo para descubri tu blog, gracias^^
Hola.
ResponderEliminarSoy Javier Quevedo, el autor de "El tercer deseo". he visto tu comentario en el blog "Narrativa Gay" y sólo quería decirte que me ha halagado mucho.
Un fuerte abrazo:
Javier.
P.D: Bonito poema...
Es un gran blog me ha encantado, muy sincero, muy muy poetico. Ha sido un placer recibir tu visita y leer estas palabras que dejas al alcanze de nuestros ojos. Un abrazo! Me pasare con frecuencia!
ResponderEliminarpasearé con gusto entre tus palabras...que creo que también me llevan delantera
ResponderEliminarmuchas gracias isidro por tu comentario, y tambien me quedo con tus dos ultimos versos de este genial poema:
ResponderEliminarEl amor nos lleva delantera, compañeros…
Un par de páginas, por lo menos.
y desde luego, es asi.
saludos