
Dicen que en la
copa de vino se
cobijan los posos
del recuerdo.
El momento exacto
de la mirada que se
pierde en el vacío,
a lo lejos...
como un ensayo
para un blues
antes de salir a escena,
como la soledad
de un camerino
sin tu reflejo en el espejo.
(c) ISIDRO R. AYESTARÁN, 2010
Un camerino es como un reflejo de nuestras almas, alegres con nuestros amores, tristes con nuestras soledades.
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