Ponme un whisky doble, amigo,
y a la chica del fondo lo que ella te pida.
Qué más da. Aún tengo un billete
en la cartera, junto a su fotografía,
los poemas que le escribí durante
mis largas noches de bares...
y el sabor del último beso
que le lancé a los labios.
Qué más da...
Aún falta mucho para que amanezca.
Mientras, como un halcón solitario,
revolotearé sobre el recuerdo
de su mirada.
Un martini blanco con hielo (sonrío)
ResponderEliminarEse beso que le lanzaste llegaron a tocar sus labios?.....
ResponderEliminaryo también me muevo en la noche pero soy un lobo..
saludos
la libertad viene de adentro
ResponderEliminarcomo nos sentimos
así que con un café, encender un cigarrillo
y desea un mejor año
con gente real