Ten cuidado, forastero,
que esta calle no es lo suficientemente
grande para los dos.
Ni para ti... ni para mí.
Volarán las balas sobre Mundo Street,
sobre los colosos de cemento
habitados por muñecos de cartón,
y a nadie le importará que juguemos
a perder la vida por una mala palabra
o por una mala mirada.
Y entonces... ¡BANG!
Ya te avisé,
en este mundo no cabíamos los dos.
Quizá exista un mañana que te dé una segunda oportunidad...
Quizá existan unas gentes que se detengan a escucharte...
Quizá dejen de existir los quizás, y todos ellos se conviertan
en un sí rotundo.
Pero eso no será hoy, vaquero,
porque han apretado el gatillo de la incomprensión.
No, forastero,
no podíamos pasar los dos por el mismo lado,
ni mirarnos a los ojos para decir buenos días,
ni siquiera darnos un apretón de manos sincero.
Y ahora cabalgo solo,
con el sonido de la armónica a lo lejos.
Silbaron las balas sobre Mundo Street,
en la noche en que desafiaron a un poeta
a morir bajo el hechizo de sus versos.
versión poema de mi texto "Balas sobre Mundo Street"
fotografía original: POWEREDby NEL
fotografía original: POWEREDby NEL