Cuando anochezca el invierno
el amor volverá a nuestros corazones,
y la época más fría del año se truncará
en la más hermosa,
aquélla en la que tú y yo
regresaremos el uno al otro
para, en un juego de miradas,
mentirnos al decir que habíamos
estado separados durante mucho tiempo,
porque, en verdad te digo,
el anhelo de tu presencia
te hacía cercana a mi vida,
y los besos que le daba a la luna
ya eran tuyos antes de que ella
los sintiera.
Pero eso será mañana,
cuando anochezca el invierno.
Hoy...
déjame seguir soñando contigo.
(c) Isidro R. Ayestarán