
Sangre sobre la lona blanca,
sobre la arena del asfalto,
banderilla de plástico para
no caer en la tentación de la
crueldad infinita,
aquella que se manifiesta
a golpe de capote,
al trote de la agonía exhausta.
Hay gente que se pinta la sangre
en la carta geográfica de su cuerpo,
que no dice nada ante el sinsentido
del transeúnte ignoto que grita
"¡¡Vivan los toros y viva España!!
¡¡Mueran los toros y muera el aborto!!"
Hay manos que se retuercen al compás
de la bravura del mihura,
al ritmo del aplauso de la faena bien hecha,
bien entendida, obra maestra
laureada con la Medalla de las Bellas Artes,
como si el matar lo fuera
al tiempo que el gladiador de la arena
espera la conformidad de su César.
Fiesta Nacional teñida de sangre,
estupidez elevada a su más alto exponente
en pueblos y ciudades, en el interior
de quien vitorea al que mata,
que descuartiza al que muere.
Maldita la suerte a la carta más alta,
escupo ante las reglas del juego,
sobre el combate a vida o muerte
entre el guerrero de luces y el peón
que guerrea sobre el tablero
dibujado con el blanco y negro más añejo.
En contra de cualquier festejo que tortura,
contra aquellos que gritan sin cordura
"¡¡Que le den el rabo y las dos orejas
mientras expongo sobre la mesa el
plato cinco tenedores de tu faena!!".
... Para quien lo entienda.
fotografía: RUSSELL SIMONI
performance anti taurina
Santander, 24 julio 201
performance anti taurina
Santander, 24 julio 201