Esta es la historia de dos amantes muy melosos
que se comen a todas horas a mogollón de besos,
delante de todos y hasta cuando están con extraños.
Cuánta pasión... No se pueden controlar.
¿Qué les habrán servido en las copas?
Cuanto frenesí entre sus labios...
¡¡Camarero!! que mire usted que yo
quiero uno de ésos
para ver si siento algo parecido,
ese cosquilleo mágico entre
mis adentros, aunque sea estando
yo solo conmigo mismo.
Que mire usted que no se despegan,
que llevan así más de tres cuartos de hora,
que como hagan ventosa o vacío
a ver quien es el guapo que los separa...
¡¡Hale, hale, hale!!
MMMmmmmmm.....
¡¡Camarero!! que mire usted que
ya está tardando,
que comprenda que el
mirar también agota,
y que ese beso tan largo y eterno
parece que nunca se acaba,
que nunca tiene fin...
¿Qué les habrán servido en las copas?
¿Un chupito de "Mimosín"?
Suave, suave, suave...
Bueno, ustedes sigan con lo suyo,
pero cuando acaben no
se olviden de aplaudir.
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