Este poema, más que una colección de versos,
es el grito profundo de mi alma por la herida
que sufro al comprobar qué sucia
es tu mente enferma y qué ciegos tus sentimientos.
Y te lo digo a ti,
que te negaste en rotundo a verme actuar
en mi último show, sólo porque lo hacía
en el escenario de un local de ambiente homosexual.
Y también va para ti,
que te marchaste asqueada porque un
par de lesbianas se abrazaban y besaban al
compás de mis palabras.
¿Y tú vas de liberal y tolerante?
¿Y dices que el progreso es tu señal
de identidad y tu bandera?
Qué pedazo de ignorante.
Siempre sostuve la teoría aquella
que reza que quien no comprende el amor
entre dos seres humanos, nunca llegará
a dar realmente amor a nadie.
Y qué solo te vas a ver, querido mío,
y qué ninguneada te vas a sentir,
porque no volveré a perder un segundo
de mi vida con tu compañía…
Ya que nunca cambiaría a mi Oky y mis
amigos transformistas por estar contigo,
no dejaría al margen los abrazos sinceros
y emotivos de Manu al darme unas rosas
porque tu tolerancia, entre comillas,
tenga mejor aroma que el de un grupito
de locas que viven “petardamente” sin,
según tú, importarles nada.
Como me pasa a mí en estos versos…
Que cada vez, me importa menos
el estar a tu lado porque, sinceramente,
prefiero estar con todos ellos, que son los míos.
es el grito profundo de mi alma por la herida
que sufro al comprobar qué sucia
es tu mente enferma y qué ciegos tus sentimientos.
Y te lo digo a ti,
que te negaste en rotundo a verme actuar
en mi último show, sólo porque lo hacía
en el escenario de un local de ambiente homosexual.
Y también va para ti,
que te marchaste asqueada porque un
par de lesbianas se abrazaban y besaban al
compás de mis palabras.
¿Y tú vas de liberal y tolerante?
¿Y dices que el progreso es tu señal
de identidad y tu bandera?
Qué pedazo de ignorante.
Siempre sostuve la teoría aquella
que reza que quien no comprende el amor
entre dos seres humanos, nunca llegará
a dar realmente amor a nadie.
Y qué solo te vas a ver, querido mío,
y qué ninguneada te vas a sentir,
porque no volveré a perder un segundo
de mi vida con tu compañía…
Ya que nunca cambiaría a mi Oky y mis
amigos transformistas por estar contigo,
no dejaría al margen los abrazos sinceros
y emotivos de Manu al darme unas rosas
porque tu tolerancia, entre comillas,
tenga mejor aroma que el de un grupito
de locas que viven “petardamente” sin,
según tú, importarles nada.
Como me pasa a mí en estos versos…
Que cada vez, me importa menos
el estar a tu lado porque, sinceramente,
prefiero estar con todos ellos, que son los míos.
A mi gente del Colilla Queens
(c) ISIDRO R. AYESTARAN, 2009