EL CABARET DEL VERSO
ISIDRO R. AYESTARÁN

(c) 2008 - 2020

Abandonado en la puerta de un camerino en un destartalado cabaret, fue educado por siete cómicos de la legua en las más variadas artes escénicas entre libretos teatrales, plumas de vedette, pelucas, tacones de aguja, luces de neón, cuplés, coplas, boleros, marionetas, carromatos, asfalto y un sinfín de desventuras que acabaron por convertirlo en un pseudo-escritor de relatos y poemas que recita por escenarios de más que dudosa reputación junto a los espíritus de Marlene Dietrich, Bette Davis y Sara Montiel, quienes lo acompañan desde niño en sus constantes viajes a ninguna parte.

Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita del titular del "Copyright", bajo las sanciones establecidas en la Ley de Propiedad Intelectual, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático.

ERRANTE


En un mundo donde las caricias se las llevó el viento...
No nací para dejarme la piel en un cruel sendero de búsquedas,
ni late este pobre corazón para seguir soñando con que vuelvas.

Realizado a partir de mi poema "Senderos de poeta", mi estado de ánimo y mi escasa salud de hoy día influyen notablemente en el resultado final de este nuevo montaje fotográfico, acentuado con la melancólica música que Guy Farley compuso para la película "Modigliani".

(c) ISIDRO R. AYESTARAN, 2007 - 2009

BUSCARTE (nuevo vídeo desactivado de You Tube)

Hoy salgo a buscarte por mil calles,

a sentirte en cada rincón, en cada lugar,

a saber que estás presente en esta morada

inhóspita de gente ajena y extraña.


Hoy he tenido miedo al vacío de mi almohada,

a la soledad de las sábanas que habitabas,

a la mordaza de unas caricias desconocidas

que me gritan en una distancia descolorida.


Hoy salgo a buscarte en un mundo de silencios,

evocándote a través de un juego de luces y sombras,

adivinando tu rostro en mil siluetas

que son el fruto de esta locura mía por adorarte.


Hoy quiero encontrarte y no soltarme de tu mano,

aferrarme a tus latidos que son los míos,

a percibirte a cada instante a mi lado, en mi regazo,

y enloquecer en una tempestad constante de arrumacos.


Hoy salgo a buscarte para confesarte que,

al hallarte de nuevo en mi vida y mi mundo,

es mi deseo firme el perdernos de nuevo

en la tierra de la pasión y el fuego.


Perdernos, sí…

pero esta vez, perdernos juntos


NOTA: El vídeo "Buscarte", realizado a partir de este poema mío, fue de los primeros que realicé en mi anterior obra ilustrada NOCTURNOS, y que se ha visto desactivado en You Tube por la utilización de una versión de "El lago de los cisnes"


(c) ISIDRO R. AYESTARAN, 2008

EL TESTIGO SOLITARIO DEL PASEO MARITIMO


Otro jamacuco.
Creo que mi corazón aguantará
dos o tres más, y los médicos
me dan largas alegando que he de tener
una vida más tranquila.
Hay que joderse.


Cada día que pasa me canso
más que el anterior,
y ya apenas puedo caminar más allá
del paseo marítimo,
por lo que me siento en uno de
sus bancos de madera,
ilustraciones constantes
de mis anteriores poemas,
y mientras cojo apuntes para
nuevos recitales, me dedico
a mirar a la gente.


Ante mis ojos pasean jubilados,
viudas que disfrazan su soledad
confundiéndose entre otros mortales,
turistas de primavera con acento extraño,
parejas comiéndose a besos y que
van cogidas de la mano...
Y yo, mientras, en mi Tercer Mundo de
convalecencia y muriéndome de hambre.
Qué mierda de pastillas sedantes.


Hay chulazos solitarios de los de
"toma pan y moja" que se sientan
en otros bancos a leer libros
o a mirar el paisaje,
estudiantes que se corren las clases,
perritos estrafalarios con adornos
estúpidos que sus dueños horteras
les ponen, y los pobres, con un ladrido,
me piden un auxilio a modo de crítica
en alguno de mis versos.


Y luego están mis padres,
que me distraen de mi mundo silencioso
con sus charletas constantes sobre
lo mal que funciona el gobierno.
¿No venderán bozales para hunanos?


Otro jamacuco.
Y yo, solo, mirando la vida,
que sin palabras me lo cuenta todo.


Ir y venir de cuerpos de todo tipo,
sin abdominales o con cintura de avispa,
maratones en el carril bici y
carreras de supervivencia entre aquellos
vagabundos que fueron algo importante,
y que ahora naufragan en el océano de
las colas enormes del paro.


Hace frío a la hora del almuerzo
en mi paraje cotidiano de enfermo solitario,
y como puedo, me levanto y dejo que
mis pasos me lleven hasta mi buhardilla,
donde tras leer mis apuntes sobre los
actores que pueblan este escenario,
lanzo una mirada sincera y certera
hacia no sé muy bien dónde,
para que el encargado de esas cosas
del teatro baje el telón muy despacio.


No están los tiempos para análisis, pienso.
Además, ya es la hora de tomarme
la pastilla de color rosa para los nervios.


Mañana tengo de nuevo consulta con mi médico.
Y como cada semana, le contaré mis cosas.
Y como siempre, al terminar,
él me dirá con la mejor de sus sonrisas:
"a cuidarse... y que pase un buen día".


Y sí...
hay que joderse.


Un poquito de amor en tiempos de guerra (Bunbury)

(c) ISIDRO R. AYESTARAN, 2009

SENDEROS DE POETA


No se hicieron las tardes de domingo
para hablar de amores perdidos,
ni el horizonte de mi bahía
para ser camuflado por la neblina matinal.

Los rayos del sol se funden con el mar
bicolor, entre crepúsculos y lágrimas vertidas,
y los solitarios no lo son menos por maquillar
artificialmente sus sonrisas de mentira.

Hay quien dice que los poetas naufragamos
en cada uno de nuestros versos,
y que como los buenos capitanes
nos hundimos con nuestro barco,

y los hay también que se sientan a
contemplar el caminar errante de las musas,
el footing del alcohol en sus venas, y el calor
de aquel beso que ya se pierde a lo lejos.

No se hicieron las mañanas de lunes
para escribir poemas amparados en el recuerdo,
para ensordecer con el estruendo de los silencios,
apoyarme en el balaustre de la nostalgia
y musitarle al viento que aún le quiero.

No, querido destino incierto,
no nacimos los poetas para dejarnos la piel
en este cruel sendero de letras plañideras mientras
nos lanzamos a la búsqueda de su encuentro.

El amor nos lleva delantera, compañeros.

Un par de páginas, por lo menos.

(c) ISIDRO R. AYESTARAN, 2009

SE LEVANTA EL TELÓN...


El Maestro de Ceremonias aparece caminando hasta el centro del escenario, con un cigarrillo a punto de consumirse en la comisura de los labios. Lo hace con decisión hasta que apaga violentamente el cigarrillo en un cenicero que hay sobre una repisa, junto a una silla donde hay posada una chistera de color plata, un bastón en el respaldo, y un atril con varios papeles.
De pie, meditando las palabras, se dirige al público:

MAESTRO DE CEREMONIAS:
No esperéis un recital de poesía al uso, que me vaya a sentar sobre esta silla y comience a leeros mi trabajo de manera…
se encoge de hombros de manera indiferente
... Que cada cual ponga un adjetivo. No. Ese no es mi cometido. Sí vais a permitirme el que en esta noche de estrellas blancas, vuelva a colocarme una chistera,
la coge y la mira entre las manos
utilizándola como la armadura perfecta para afrontar una nueva jornada de sueños y poemas.
se la coloca ligeramente ladeada y se sienta de manera especial,
a lo Dietrich en El ángel azul
Vamos a olvidarnos del despertador, que existe una jornada llamada “mañana”, y cojámonos de la mano para adentrarnos en un cabaret de esos que antes se decía que eran “para mayores”, porque se cantaban canciones que los más pequeños no podían escuchar…
coge el bastón y lo pasea entre las manos a juego
con diversas posturas sobre la silla
Decidme un secreto. Atreveros a jugar a la confidencia de un amor que se os haya escapado entre las manos, o hablemos de la picardía adolescente de redescubrir el cuerpo y sus adentros de manera curiosa y atrevida a partes iguales. O permitidme, a cambio, que sea yo el chivato con matrícula de honor a la hora de desvelaros intimidades curiosas que escuché al adentrarme en las alcobas de las estrellas que habitan la puerta de este nuevo escenario...
la señala como esperando que en ese momento entre alguien importante para él. Sonríe cínicamente dirigiendo la mirada hacia el montón de papeles que hay sobre el atril
No... no sé por qué sigo mirando hacia cualquier puerta con la ingenua esperanza de que se abra y aparezca el ángel amoroso que guíe mis pasos de nuevo a través de un sendero de arena color vida y sentimiento...
mira al público
Y hablando de sentimientos… Eso es precisamente lo que voy a hacer con vosotros. Cogeros de la mano, escuchar los latidos de vuestros corazones y hacerlos míos, y traerlos aquí conmigo, al centro de este escenario donde el viejo Maestro de Ceremonias, antaño personaje nocturno, cogerá una batuta...
coge uno de los folios que mira detenidamente
... a la espera de que suene la música que envuelva esta noche, este sueño del que no quisiera despertar nunca.

(c) ISIDRO R. AYESTARAN, 2009

TU ASIGNATURA FRACASADA


Este poema, más que una colección de versos,
es el grito profundo de mi alma por la herida
que sufro al comprobar qué sucia
es tu mente enferma y qué ciegos tus sentimientos.

Y te lo digo a ti,
que te negaste en rotundo a verme actuar
en mi último show, sólo porque lo hacía
en el escenario de un local de ambiente homosexual.

Y también va para ti,
que te marchaste asqueada porque un
par de lesbianas se abrazaban y besaban al
compás de mis palabras.

¿Y tú vas de liberal y tolerante?
¿Y dices que el progreso es tu señal
de identidad y tu bandera?
Qué pedazo de ignorante.

Siempre sostuve la teoría aquella
que reza que quien no comprende el amor
entre dos seres humanos, nunca llegará
a dar realmente amor a nadie.

Y qué solo te vas a ver, querido mío,
y qué ninguneada te vas a sentir,
porque no volveré a perder un segundo
de mi vida con tu compañía…

Ya que nunca cambiaría a mi Oky y mis
amigos transformistas por estar contigo,
no dejaría al margen los abrazos sinceros
y emotivos de Manu al darme unas rosas

porque tu tolerancia, entre comillas,
tenga mejor aroma que el de un grupito
de locas que viven “petardamente” sin,
según tú, importarles nada.

Como me pasa a mí en estos versos…
Que cada vez, me importa menos
el estar a tu lado porque, sinceramente,
prefiero estar con todos ellos, que son los míos.

A mi gente del Colilla Queens

(c) ISIDRO R. AYESTARAN, 2009

SOBRE "EL CABARET DE LOS SUEÑOS", EL SHOW DEL COLILLA QUEENS


UNA CRÓNICA DE JUANJO GALÍNDEZ

¿Por qué no estás ahí? Yo estoy sinuosamente socorrido por las lentes del destino.

¿Dónde te hallas? Casi pude tocarte esa noche helada en la que acariciaste mi intención. Él parece saber de qué se trata. De qué puede tratarse, dado que andamos lamiendo andamios, sosteniendo el alma. La primera noche entre colillas y reinas, un rey reina reinaba e inhalaba, exhalaba... Ufff... Despacio, con maquillaje y sin lentejuelas, rasgo a rasgo, resquebranjando miradas cardinales excepto al sur, ése que reserva para el que nunca vuelve... O para el que nunca llama... Sea quien sea, él siempre interpreta su sabor entre frambuesas natas y apoteósicas mentas que refrescan regularmente su exquisita locura cotidiana.

Este martes entré, y ante mí dispusieron a Oki, como una pantera de ojos ignífugos y afrodita guerrera. ¡¡Pechos fuera!! Gacela de mil miradas alrededor de ninguna y todas bebiendo de su boca. Retazos de altruismo maldito, entre tientas se besaban como en la canción de Francoise Hardy, ellos con ellos, ellas con ellas, de la mano, de la boca... Quiero decir que recitó desde el músculo, desde la piel, desde cada uno de sus huesos, limando lo que nunca queda, como si lo supiera, se consumió una explosión de altura.

La lluvia mojó el pálpito y el último púlpito de cuando creías que era la noche en la que todo se arregla. Estallaba de nuevo la locura. Divina locura. Creo haber sido testigo de un recital que nunca se rindió. Aunque habló de los amantes condenados y de los niños hambrientos, aunque no mencionó a los apartados. Los brindó todas y cada una de sus vocales ávidas de pasión. Todos y cada uno de sus versos, ellos tan perros, ellas tan lacias... Todos tan amigos, y al final amargos habitantes del mismo suspiro, estábamos allí. Alberga aumentos cuando recuerdo su deslizante nombre en la noche... Isidro Ayestarán. Sí, Isidro. Allí estábamos todos, y cada uno de nosotros olvidó su nombre por una noche y por tu emoción, esa emoción que no cabe en ningún nombre extraño.

¿Estabas allí? Ya lo dice su nombre... Allí estará.

Y debo decir que me alegro de haber sido uno más. Cuando todo se apague no quedarán más que sensaciones. Quien te abastezca de espíritu es buen asceta.

Un valiente suicida luchando contra la ventisca.

Sinceridad experta.

Gracias Isidro.

Se levanta el telón en este mundo de fieras, al ritmo del "Cabaret" de John Kander, un baile diferente entre el Maestro de Ceremonias y una corista especial y maravillosa (mi gran Oky).

Los versos de "Disoluta colombina", al ritmo del "Moonriver" de Henry Mancini, dan comienzo al show, lleno absoluto en el Colilla Queens.

El corte de mangas a la vida demoledara y agónica que atormenta al personaje de "Estatuas silentes nocturnas", al ritmo del "Memory" que Andrew Lloyd Webber compusiera para su musical "Cats"

La agonía del amante herido para los versos de "Caminando con mi soledad", con la extraordinaría y evocadora música que Alberto Iglesias compusiera para la película "Lucía y el sexo"


Duelo de esgrima para "La nave del recuerdo", al ritmo del "Future lovers" de Madonna, para finalizar la primera parte del show.

La soledad del escritor bohemio, alcoholizado de absenta, que hilvana versos al amor perdido con el aura de los autores malditos, con la voz del Clint Eastwood de "Gran Torino" de fondo.

El baile con la muñeca en "Las sonrisas mudas", el homenaje a las víctimas inocentes de todas las guerras.


Apoteósis final con el número musical "Es mi vida", interpretado por Raquel Olmedo

AMANECER

Amanece difuso en mi mente,

y mi cuerpo derrumbado es la

sombra chinesca dibujada en el horizonte,

condenado a vagar en silencio

en busca de tu sombra,

soñando aún con aquella

promesa rota tuya de no dejar de quererme...

Y amanece en la ciudad,

y te busco en cada una de sus luces.

Un juego de miradas mudas

ante el peregrinar errante

del poeta que te escribe...

el poeta que te anhela

en cada uno de sus sueños.

... Ya amanece.

(c) ISIDRO R. AYESTARAN, 2009

LA NOCHE MAGICA DEL COLILLA QUEENS


Todo comenzó a las 22,30 horas de la noche, tras un tema musical a cargo de OKY (mi protagonista en "Tioviovo nocturno" y "En construcción"), que se vio interrumpido por una música de cabaret y la intromisión en su escenario del Maestro de Ceremonias más osado que se pueda recordar.
A partir de ahí, la preocupación por un pequeño fallo técnico con los micrófonos dio lugar al mágico juego de la improvisación haciendo uso de la lengua más "disparada" que haya utilizado nunca.
Después, uno a uno se sucedieron los números de la primera parte tal y como estaban preparados, con "Moonriver" de fondo para el poema "Disoluta colombina", las cartas del poeta solitario de "Estatuas silentes nocturnas" con el "Memory" de "Cats" y el corte de mangas más amargo que se recuerde; los poemas al amor perdido de "...Porque tú no estás" y "Caminando con mi soledad", con las músicas de Enya y Alberto Iglesias respectivamente; el juego satírico al ritmo del "Requiem" de Verdi para los textos "La alcoba desnuda" y "Deseo", y tras un insólito baile erótico con el bastón al ritmo del "Future lovers" de Madonna, un juego de esgrima para "La nave del recuerdo" como colofón a lo que ya estaba prometiendo ser la gran noche de mi vida.
Un pequeño descanso de unos minutos, y el Maestro de Ceremonias dio paso al personaje atormentado del escritor bohemio y alcoholizado de absenta para los poemas "Trovador de madrugada" y "Halcón nocturno", al ritmo de la voz ronca del Clint Eastwood de "Gran Torino" y la música de su película "Changeling", para la interpretación más dramática de mi "Blues del asfalto".
Y llegó el momento más emotivo de toda la noche: una bandera blanca ensangrentada y agujereada, símbolo de paz y ataúd de muchos inocentes, con unas luces muy bajas, el tema musical de Morricone para "Once upon a time in the west" y la carta de la niña del poema "Las sonrisas mudas". Luego, un baile con una muñeca, herida en una guerra, que es envuelta en la misma bandera de antes, mientras llorando (de verdad), recitaba fragmentos de "El sordo siempre cree que los que bailan están locos": "Que por una noche, el levantar la mano sea el prólogo de una caricia; que por una noche el levantar la voz sea para decir "te quiero"; que por una noche, los latidos del corazón marquen el ritmo de la sociedad...".
Tras un pequeño discurso, homenaje a las musas y trovadores, verdaderos protagonistas al ilustrar los poemas de NOCTURNOS y EL CABARET DE LOS SUEÑOS, y bajo la bandera del Arco Iris, que cuelga siempre del Colilla Queens, el último monólogo, "El lugar donde ya no se pone el sol", el homenaje a todos los homosexuales asesinados legalmente en países como Irán.
Y para finalizar, mientras mi personaje nocturno se maquillaba al ritmo del tema musical de Raquel Olmedo "Es mi vida", Oky volvió al escenario para desmaquillarse y mostrar su imagen de hombre.
Dos pelucas de payaso, dos narices postizas y un beso sincero en los labios para el gran final de la que, sin duda alguna, se convirtió en la gran noche de mi vida artística sobre el escenario de mi segunda casa, el Colilla Queens, a la que volveré muy pronto con otro show para toda la gente que me está pidiendo a gritos que regrese.
Mil besos a todos... a los que os adentráis en estas páginas y allí lo presenciasteis, a Oky, porque nos hemos prometido hacer nuevas cosas juntos... y a Manu, por su ramo de rosas y por ser el mimosín más maravilloso que existe sobre este planeta tierra.

OPENING NIGHT


No tengo sueño en esta noche
de soledad previa a un gran estreno.

No he hecho la cama en todo el día
ni me he quitado de encima el olor
del tabaco ni del exceso de la noche pasada.

Helado, agónico, tétrico muñeco de trapo
que puebla las horas insomnes
a golpe de tecla a falta de una caricia.

¿Estás? Quiero oírte, escucharte,
empaparme de tu sudor extenuante,
fundirme en el adentro de tu alcoba
en forma de cuerpo que crece y crece…

Pero no haré nada en las próximas horas.
Ya estoy cansado de ensayar mi próximo show.
Y prometo sorprenderte… aunque sea de oídas.

Dudo que vengas, que te dejes ver entre candilejas,
que te aproximes a este loco personaje
inventado para leer los versos de tu nombre,
llorar las lágrimas negras del viejo poema

que premió la nostalgia de tu persona,
y de otras palabras que el veneno hospedado
bajo mi chistera reparta a quien se lo merezca.

¿Estás entre ellos?
Yo aquí aguardo a la gran noche, al gran
momento del baile en forma de poema,
al piano de fondo con la voz de Eastwood,

y a que reconozca entre los aplausos
el sonido de tus manos, y que éstas me transporten
al viaje de aquellas caricias sobre la cama solitaria
que aguarda a este cuerpo exhausto y debilitado.

Pero, ¿sabes?
seguro que aunque no te vea entre la gente,
al apagar las luces del escenario, musite tu nombre
a modo de epílogo perfecto a mi montaje teatral.

Pero no has contestado… ¿Estarás?

(c) ISIDRO R. AYESTARAN, 2009

DEAD MAN WALKING


Esposas y grilletes, revisados.
El andar, mil veces ensayado.
Incluso los guardianes no mirarán
a los ojos al condenado a muerte.

El pasillo es muy largo e iluminado,
como si su resplandor no quisiera
darme opción a un recuerdo de esos
que pasan en una fracción de segundo.

Dicen que así pasa la vida ante los ojos
de un condenado, hasta que el estruendo de la
puerta que te lleva al cadalso irrumpe con la
violencia de la ley férrea de la condena a muerte.

Familiares de la víctima, periodistas, agentes de
la Fiscalía General (supongo), un cura que habla
de redención e incluso un médico para firmar
el parte de defunción. Todos allí presentes.

Y uno a uno, los miro a todos sin rencor.
Y uno a uno, subo los escalones hasta la soga.
Y uno a uno, enumero los pecados cometidos.
Y… un silencio que te rasga lo profundo del corazón.

La sentencia es repetida de nuevo.
La capucha es colocada antes de esa áspera cuerda.
Y los segundos transformados en horas parecen
la tortura que merezco por el mayor delito cometido.

Es tu rostro quien aparece de nuevo en mi recuerdo,
el color de tus ojos aceituna, la línea de tus labios,
el surco de las lágrimas cuando te dije “ya no te quiero”,
y el frío del invierno, que se me cuela entre los huesos.

Me condenaron a muerte por dejar de quererte,
y fue la nostalgia la más implacable de los jueces
sin que le temblara el pulso, al darme la vuelta en la cama
y comprobar lo solo que me encontraba sin tu cuerpo.

Amanezco de mi sueño empapado de sudor,
me aferro a mi ventana iluminada por las estrellas, y
mientras busco tu luz en cada una de sus luces,
dudo si realmente vivo… o es que sin ti estoy muerto.

(c) ISIDRO R. AYESTARAN, 2009

nuevo vídeo bloqueado "POR UN MUNDO MEJOR"

WMG continúa bloqueando mis cortometrajes fotográficos en el Canal You Tube. Esta vez, "Por un mundo mejor", uno de mis montajes más valorados y comentados - cercano a las 1.000 visitas - por su contenido, se ha visto sacrificado.
El motivo, tener como banda sonora la versión que Madonna realizó en directo del "Imagine" de John Lennon.
Ellos son los propietarios de la música.
Yo lo soy de mi obra, mi visión del mundo y mi manera de mostrarlo a mi público.
ISIDRO R. AYESTARAN, 2009

CENSURA DE RAIZ

En el mes de diciembre de 2007, comencé a realizar una serie de cortometrajes fotográficos que todos ya habréis disfrutado en el Canal You Tube, utilizando en aquellos montajes las imágenes que ya habían ilustrado los primeros poemas de mi anterior obra NOCTURNOS. Después vendrían las historias elaboradas con guión propio, con personajes atormentandos y solitarios en busca de amor, pero sobre todo, historias comprometidas con el ser humano, denunciando todo aquello que me parece denigrante: las guerras (sin necesidad de estar "vendido" a algún partido político para denunciar sólo aquellas que convienen), el hambre en los países más desfavorecidos (mientras nuestros queridos dignatarios políticos - TODOS - intentan paliar la solución a base de engordarse ellos mismos) e, incluso, denunciar a aquellos países que, teniendo como base su fundamentalismo religioso, no tienen ni idea de lo que es la caridad cristiana para cargarse a quien no piensa o cree como ellos.
En el mundo se sigue matando a gente que defiende sus ideas: monjitas misioneras en la India, por defender su fe; homosexuales en Irán, porque esa "forma de amar" va en contra de las consignas del Corán; militantes políticos que defienden sus planteamientos, aniquilidos éstos con un tiro en la nuca...
Todas estas denuncias tienen cabida en mi obra.
Pero el origen de este texto no es sino el denunciar el que, nuevamente, un vídeo mío haya sido censurado. El primero, "Suburban men", por utilizar desnudos masculinos en una defensa clara sobre el mundo homosexual; después, "Deseo" y "La mujer dormida" por utilizar como banda sonora músicas pertenecientes a la compañía WMG.
Hoy le toca el turno a "La mujer de la noche", el primer cortometraje fotográfíco que realicé con aquellas primeras instantáneas tomadas en marzo de 2007 a la musa Maru Dañobeitia, en su papel de prostituta que busca el amor por las calles de Santander al son del tema musical "What the world needs now is love", interpretado por Jackie DeShannon.
Tal y como está el patio con el tema de la SGAE, los top manta y demás lindezas, intuyo que seguirán cayendo mis cortometrajes en You Tube por la utilización de unas músicas que no son mías, pero que me sirven para apoyar las imágenes de mis historias.
Aún así, y conociéndome como me conocéis, aquí os presento aquel primitivo vídeo (realizado toscamente con unos medios que entonces ignoraba al cien por cien). Por tanto, saboread de nuevo a esta Mujer Nocturna que tan sólo buscaba un poquito de amor en su vida.