Acuérdate
de aquellas noches de poemas y estrellas,
en
la que el recitar al corazón era nuestra fórmula mágica,
y
donde la música increscendo era la señal de alarma
de
fuego en nuestro juego de pasión.
Desliza
sobre el piano toda nuestra historia de amor,
la
melodía que llevaba nuestro nombre
en
un título inspirado por musas y cupido,
musitado
a lo más hondo de tu corazón.
Rememora
en esta noche triste lo que fuimos
y
lo que nos perderemos al no conjugar el tiempo futuro,
y
evoca el suspiro tras tus ojos cerrados,
tu
boca dibujando una sonrisa de placer,
el
hospedaje a pensión completa de tu cuerpo
y
las mejores vistas desde tu mirada…
En
esta noche triste, donde los ángeles
me
acercan al país donde habitas,
lejos
de este poeta solitario y abandonado.
(c) del texto; Isidro R. Ayestarán
(c) de la imagen: Ms.Photo/ North Dreams - 2019