El sonido de sus tacones anunciaba su llegada, ya fuera con plataformas, zapatos de diseño o comprados por diez euros para asistir a una fiesta petarda en el Colilla Queens de la calle del Sol.
Su vestido, hecho para la ocasión; su maquillaje, para disimular su identidad; su peluca, para desvirtuar su perfil.
"Soy una mujer", se decía constantemente ante el espejo cada amanecer. "Soy una de ellas. Pertenezco a su mundo a pesar de las mentiras que me contaron desde este otro mundo en el que habito y me siento prisionero".
El primer paso fue confesárselo a su pareja con susurros tímidos.
"Te quiero a ti, que eres un hombre. Si me quieres, acéptame como mujer a pesar de las mentiras de mi anatomía"...
El rechazo fue instantáneo mientras el surco de las lágrimas se mostraba caliente.
Un espejo roto, hecho añicos.
"Me mentiste al decirme que no soy lo que tú reflejas".
Confusiones, engaños... Otros brazos, otras miradas, otras camas... Hasta que por fin alguien se detuvo, la escuchó y le esbozó una sonrisa.
"Es verdad. Eres una mujer. Tu sensibilidad ante el mundo así lo evidenciaba desde hacía tiempo...".
Y esa misma noche, ataviado con su nueva identidad, se dejó caer por las calles de la ciudad, ante las miradas de esas gentes que piensan que destruirán España con estas nuevas leyes.
"¿Es que no escucháis el sonido de mis tacones en la noche de vuestros pensamientos? ¿Es que no véis que soy una mujer... y que me debéis un respeto?".
Su vestido, hecho para la ocasión; su maquillaje, para disimular su identidad; su peluca, para desvirtuar su perfil.
"Soy una mujer", se decía constantemente ante el espejo cada amanecer. "Soy una de ellas. Pertenezco a su mundo a pesar de las mentiras que me contaron desde este otro mundo en el que habito y me siento prisionero".
El primer paso fue confesárselo a su pareja con susurros tímidos.
"Te quiero a ti, que eres un hombre. Si me quieres, acéptame como mujer a pesar de las mentiras de mi anatomía"...
El rechazo fue instantáneo mientras el surco de las lágrimas se mostraba caliente.
Un espejo roto, hecho añicos.
"Me mentiste al decirme que no soy lo que tú reflejas".
Confusiones, engaños... Otros brazos, otras miradas, otras camas... Hasta que por fin alguien se detuvo, la escuchó y le esbozó una sonrisa.
"Es verdad. Eres una mujer. Tu sensibilidad ante el mundo así lo evidenciaba desde hacía tiempo...".
Y esa misma noche, ataviado con su nueva identidad, se dejó caer por las calles de la ciudad, ante las miradas de esas gentes que piensan que destruirán España con estas nuevas leyes.
"¿Es que no escucháis el sonido de mis tacones en la noche de vuestros pensamientos? ¿Es que no véis que soy una mujer... y que me debéis un respeto?".
Nací así, desperfecto de la vida,
y todos hablan de mí,
si soy hombre o mujer,
tuve que vivir así,
aprendí a vivir así...
PINCHA EN EL LATERAL DEL BLOG PARA PODER VER ESTE VIDEO.
(c) Isidro R. Ayestarán, 2009-2011
fotografía: Patricia Gómez de la Casa
realizada durante el show BOHEMIAN CABARET
RVBICÓN (Santander) - 6 abril 2011
y todos hablan de mí,
si soy hombre o mujer,
tuve que vivir así,
aprendí a vivir así...
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fotografía: Patricia Gómez de la Casa
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RVBICÓN (Santander) - 6 abril 2011