Del material con el que están hechos
los sueños moldeé el eco de tu
presencia,
grité el nombre que llevaba tu aroma,
tu recuerdo, tu persona.
Con los acordes de toda caricia
compuse la banda sonora
de nuestra historia, silbada
al viento minutos antes de la aurora.
Con el brillo de tu sonrisa
pinté el lienzo de la vida,
y con todo ella, y todo lo anterior,
dejé de tenerle miedo a la soledad
y esperé tranquilo a la muerte.
SILENTIUM.
(c) Isidro R. Ayestarán - MMXVII