No… no quiero despertarme,
quiero seguir soñando que
ando perdida, buscándote,
recordándote,
alzando las manos y la mirada
en un anhelo por encontrarte,
aferrarme a todo aquello que
lograba envolver mi mundo
y mi vida,
como un tocado de
plumas y flores bailando
al son del viento sobre mi
cabeza, así,
protegida por ti.
No… no quiero despertarme
porque sé que no estarás ya
junto a mí… y que tan sólo me
quedará tu recuerdo naufragando a lo
lejos… frágil…
como un tocado
de plumas y flores ahogado sin
aquella música que lo hacía bailar
cada noche,
como cuando bailábamos tú y yo…
Y de mi nido de plumas y flores
tan sólo quedará el recuerdo
del pájaro que alzó el vuelo
sobre mi cabeza…
Lejos… muy lejos de mí.
(c) Isidro R. Ayestarán, MMXIII