Llega el son de la primavera a la ciudad,
y los pétalos caen al ritmo del "sí", del "quizá",
en un anhelo por adivinar, por desear
si te quiere... o no.
El viento arrastra esa flor
que se mueve al ritmo del corazón,
de esa mariposa interior que
alberga quimeras, cobija esperanzas
sobre si te quiere... o no.
¡¡Ay con el oleaje caprichoso de la vida!!
¡¡Esa gran noria de sentimientos!!
Que si te mira, que si te habla,
que si camina a tu vera,
que si te escribe cartas,
que si de tí pasa... o no.
Y paseas infatigable por las
calles de la ciudad en un intento
por encontrarle, tropezarte en un
cruce de miradas mil veces deseado.
Pero eres incapaz de hablarle
porque sólo te enseñaron a expresarte
con gestos y muecas,
con tu cara blanca, con tu jersey a rayas,
con tu vida algo destartalada y tus
andares de pato mareado.
Pero esos tus ojos, que brillan
por sí solos, gritan y se alborotan por
confesar a los cuatro vientos que
esa flor que llevas dentro tiene
un sólo nombre y un sólo pétalo:
tu propio corazón.
(c) Isidro R. Ayestarán, MMX
fotografía: Patricia Gómez de la Casa
tomada durante el show
SUEÑOS DE CABARET
5 de mayo - ZAPA BAR (Santander)
fotografía: Patricia Gómez de la Casa
tomada durante el show
SUEÑOS DE CABARET
5 de mayo - ZAPA BAR (Santander)