EL CABARET DEL VERSO
ISIDRO R. AYESTARÁN

(c) 2008 - 2020

Abandonado en la puerta de un camerino en un destartalado cabaret, fue educado por siete cómicos de la legua en las más variadas artes escénicas entre libretos teatrales, plumas de vedette, pelucas, tacones de aguja, luces de neón, cuplés, coplas, boleros, marionetas, carromatos, asfalto y un sinfín de desventuras que acabaron por convertirlo en un pseudo-escritor de relatos y poemas que recita por escenarios de más que dudosa reputación junto a los espíritus de Marlene Dietrich, Bette Davis y Sara Montiel, quienes lo acompañan desde niño en sus constantes viajes a ninguna parte.

Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita del titular del "Copyright", bajo las sanciones establecidas en la Ley de Propiedad Intelectual, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático.



Distintos detalles de la decoración del escenario, flanqueado por dos grandes mesas redondas donde, a modo de antiguas mesas camillas, hay varios objetos personales de los dos artistas que irán mostrando al público a lo largo de todo el show:
La chistera plateada para el cabaret de la segunda parte, la rosa negra de la historia de amor entre el poeta y el fantasma, el espejo de tocador para retirarse el maquillaje durante el discurso (algo habitual en mis espectáculos en el Colilla Queens), la gran fotografía con el antifaz de "Bohemios de buhardilla", que sirvió para decorar el atril del primer show (en el mes de marzo) y que forma parte de la ornamentación del local desde entonces, la portada del libro EL CABARET DE LOS SUEÑOS NOCTURNOS, el gran zapato plateado, homenaje al mundo del transformismo, y en la primera fotografía, el marco de los angeles para albergar una fotografía muy especial que será mostrada al cierre de la primera parte: para los versos de "Añoranzas", una fotografía con mi tía abuela Maruja.

Puro sentimiento... pura vida sobre el escenario.

1 comentario:

pepa mas gisbert dijo...

Todo un espectáculo condensado en una fotografía.

Te beso