Correr... Volar...
Alcanzar la cumbre de los sueños,
elevarse sobre la cúspide de los soberbios,
desprenderse de todo artificio sin sentido,
llegar a lo profundo de tu corazón,
poner una manta al muerto de frío,
ser el remo de los que reman en busca de un paraíso.
Al ritmo de la música de Yann Tiersen, el show de Navidad da un giro de ciento ochenta grados para, en tono serio y sombrío, hablar de los más desfavorecidos del mundo.
fotografía: KANEKO
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2 comentarios:
Todos queremos lograr sus sueños.
pero es cierto .. tendría que salir de los fuegos artificiales.
inimina y dejar de pedir, sentir.
tratar el lenguaje del alma.
uno que no conoce fronteras.
abrazo con el respeto
Que lamaentablemente y en estos días, aún lo son más.
Hoy lloramos y no hay para menos.
Un abrazo amigo del Alma
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