EL CABARET DEL VERSO
ISIDRO R. AYESTARÁN

(c) 2008 - 2020

Abandonado en la puerta de un camerino en un destartalado cabaret, fue educado por siete cómicos de la legua en las más variadas artes escénicas entre libretos teatrales, plumas de vedette, pelucas, tacones de aguja, luces de neón, cuplés, coplas, boleros, marionetas, carromatos, asfalto y un sinfín de desventuras que acabaron por convertirlo en un pseudo-escritor de relatos y poemas que recita por escenarios de más que dudosa reputación junto a los espíritus de Marlene Dietrich, Bette Davis y Sara Montiel, quienes lo acompañan desde niño en sus constantes viajes a ninguna parte.

Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita del titular del "Copyright", bajo las sanciones establecidas en la Ley de Propiedad Intelectual, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático.

CAMERINO


Dicen que en la
copa de vino se

cobijan los posos

del recuerdo.


El momento exacto

de la mirada que se
pierde
en el vacío,
a lo lejos...


como un ensayo

para un blues

antes de salir a escena,


como la soledad

de un camerino

sin tu reflejo en el espejo.


(c) ISIDRO R. AYESTARÁN, 2010

1 comentario:

pepa mas gisbert dijo...

Un camerino es como un reflejo de nuestras almas, alegres con nuestros amores, tristes con nuestras soledades.